sábado, 19 de marzo de 2011

LTNC en el penal de Ezeiza

seguramente deberán pasar varios días para que los que ayer pudimos tocar con LTNC en Ezeiza tengamos dimensión de lo vivido. Subimos la foto de una nota que salió en Clarin (ver http://www.clarin.com/sociedad/internas-penal-Ezeiza-fiesta-Carnaval_0_446955499.html) de las alumnas del penal de Cecilia Benavidez que iban bailando al ritmo de nuestros tambores.

Invitamos a los tamborer@s que quieran dejar sus impresiones de la jornada del viernes en el penal de Ezeiza, a que escriban en la parte de mensajes, asi podemos transmitirle algo de los vivido a quienes no pudieron estar allí. Sabemos que las palabras son limitadas para transmitir emociones, pero hagamos el intento...




Recordamos que hoy domingo 20-3 haremos el anunciado ensayo en "Warnes" (pasaje Zabala y Chorroarin, atras del Easy) para la marcha del 24-3. Habrá pintada de remeras blancas con stencil.
A las 20 se hará el toque en Florida que se suspendió el sábado pasado. En el ensayo veremos quienes pueden hacer doblete y como nos organizarnos para ir juntos.

5 comentarios:

lorena dijo...

http://tiempo.elargentino.com/notas/fuerza-del-carnaval-atraveso-los-muros-del-penal-de-ezeiza

Hola como estan, quería contarles que las imágenes no se me borran de la cabeza, son como destellos y sensaciones que vuelven a mi cabeza por estos días.
Conversando con uno de los abuelos del Ecunhi me dijo "esto no te lo olvidas en tu vida" .. y creo que es así.
Las sonrisas de las chicas, esa libertad que se respiraba. Considero que fue un gran acto de amor. Agradezco infinitamente a Cecilia Benavidez y a Diego Cueto por tener el temple que hay que tener para realizar esto.
Cariños. Lorena

Anónimo dijo...

gracias Lorena por ser la primera en arrimar palabras y sensaciones. Creo que como vos decis es para toda la vida! un gran abrazo!!
diego

Alejandro dijo...

Quiero expresar las sensaciones que desde el viernes me rodean. Creo que lo que se vivió en el Penal fue una experiencia increíble.
A medida que pasa el tiempo, y la gran fiesta queda más lejos, voy tomando dimensión de lo que tuve la suerte de vivir.
Sin dudas, como imagino las internas tampoco, jamás olvidaré ese día, y ojalá se repita y se multiplique esta y otras iniciativas con el mismo espíritu.
Gracias a los que organizaron, a los que colaboramos y, sobre todo, a las chicas por compartirlo con tanta alegría.
Un abrazo grande para todos.
Ale.

Noe dijo...

Asi es, las palabras quedan cortas...pero lo que se alarga, lo que crece y se expande, con estas experiencias, es nuestra alma y con ella la capacidad de estar cerca, de amarnos de alegrarnos, de estar vivos...más allá de las paredes, del encierro.
Gracias Ceci por sostener este enorme trabajo y abrirlo.

Ariana dijo...

¿Qué quiero compartir con ustedes, compañeros de LTNC?
Les cuento desde el principio.
Cuando llegué al caos y el smog del mediodía del Once, donde nos encontramos para comenzar la excursión, pensaba en el encierro. El encierro de los canarios que cuando los vemos encerrados nos dan pena. Ese encierro. De reja que está siempre, que no se termina. De ahogo, y de repetición y repetición y repetición.

Compartí la última fila del micro del servicio penitenciario con los murgueros compañeros de Los Atrevidos por Costumbre, República de Palermo.
Ruta, ruta, ruta, charla, charla, charla. Llegamos.
El ingreso fue muy burocrático. Todas las nenas hicimos una filita hacia afuera. Dimos nuestros nombres, documentos y “pertenencia” (“LTNC”, “murga”) y recibimos una pulserita naranja fluorescente (que aún conservo para ver si me sirve como free pass en Pachá).
Luego todos los nenes siguieron el mismo procedimiento.
El gran camarín colectivo era el Centro Cultural de la Unidad, recién estrenado. Tiene algunas paredes de colores fuertes, pero las blancas son aún más llamativas: están decoradas con máscaras de colores, fotos tomadas con cajita (esta técnica tiene un nombre, que no pude retener) y murales enormes, todos surgidos de los talleres. Los talleres comenzaron en 2007, con una nueva gestión (civil por primera vez) en el servicio penitenciario. La Negra contó que todo el trabajo que vienen realizando en los talleres, y el desfile del viernes, serían impensables en otro contexto: Hay nuevos aires en el penal.
En el Centro Cultural ya estaban ellas: adolescentes y maduritas, tímidas y desfachatadas, femeninas-con-uñas-de-fantasía y pelicortas-con-camisetas-de-la-Selección, llenando el penal de ruido a preparativos, a cambiarse y maquillarse, a “ponerse serias” para organizar el desfile.
Y entre todo ese universo femenino estaban las mujeres del vestido rosa floreado y el turbante blanco, las del taller de La Negra: “nuestro” cuerpo de baile. Ellas no eran las más jóvenes de la Unidad, que en general eligen murga o samba reggae. Nuestro cuerpo de baile lo integraban señoras, mamas-viejas, mujeres de tierra.
Son ellas las que eligen el candombe atento a la Raíz, a la Historia, a los Ancestros, el candombe de Tierra que propone La Negra. Allá eligen viajar estas señoras en sus momentos de “recreación”, y allá viajamos nosotros con los tambores cuando nos “baja el santo”.
El viernes viajamos todos juntos al mismo lugar.
Agradecimos por sentir tanto y por estar abiertos a compartir. Por la música y la danza, que no entienden de encierros.
Compartimos una fiesta del alma inolvidable, entre el pasto y el sol, el trencito cumbianchero y el pogo de Dos Minutos. Imposible no darse cuenta de que la vida de estas mujeres estaba siendo distinta.
Y nos olvidamos bastante, la verdad.
Nos olvidamos del encierro de los canarios.

Y nos acordamos de la magia de la risa.
Ariana