martes, 12 de abril de 2011

candombe en el penal de Ezeiza

Nos ponemos al día sobre el material que tenemos del carnaval en el penal de Ezeiza en donde participamops con LTNC.
Subimos aquí un video, fotos (enviadas por Alma Piñeyro) y las palabras que escribieron algun@s tamboreros y bailarinas sobre lo vivido ese día.





Ariana dijo...

¿Qué quiero compartir con ustedes, compañeros de LTNC?
Les cuento desde el principio.
Cuando llegué al caos y el smog del mediodía del Once, donde nos encontramos para comenzar la excursión, pensaba en el encierro. El encierro de los canarios que cuando los vemos encerrados nos dan pena. Ese encierro. De reja que está siempre, que no se termina. De ahogo, y de repetición y repetición y repetición.

Compartí la última fila del micro del servicio penitenciario con los murgueros compañeros de Los Atrevidos por Costumbre, República de Palermo.
Ruta, ruta, ruta, charla, charla, charla. Llegamos.
El ingreso fue muy burocrático. Todas las nenas hicimos una filita hacia afuera. Dimos nuestros nombres, documentos y “pertenencia” (“LTNC”, “murga”) y recibimos una pulserita naranja fluorescente (que aún conservo para ver si me sirve como free pass en Pachá).
Luego todos los nenes siguieron el mismo procedimiento.
El gran camarín colectivo era el Centro Cultural de la Unidad, recién estrenado. Tiene algunas paredes de colores fuertes, pero las blancas son aún más llamativas: están decoradas con máscaras de colores, fotos tomadas con cajita (esta técnica tiene un nombre, que no pude retener) y murales enormes, todos surgidos de los talleres. Los talleres comenzaron en 2007, con una nueva gestión (civil por primera vez) en el servicio penitenciario. La Negra contó que todo el trabajo que vienen realizando en los talleres, y el desfile del viernes, serían impensables en otro contexto: Hay nuevos aires en el penal.
En el Centro Cultural ya estaban ellas: adolescentes y maduritas, tímidas y desfachatadas, femeninas-con-uñas-de-fantasía y pelicortas-con-camisetas-de-la-Selección, llenando el penal de ruido a preparativos, a cambiarse y maquillarse, a “ponerse serias” para organizar el desfile.
Y entre todo ese universo femenino estaban las mujeres del vestido rosa floreado y el turbante blanco, las del taller de La Negra: “nuestro” cuerpo de baile. Ellas no eran las más jóvenes de la Unidad, que en general eligen murga o samba reggae. Nuestro cuerpo de baile lo integraban señoras, mamas-viejas, mujeres de tierra.
Son ellas las que eligen el candombe atento a la Raíz, a la Historia, a los Ancestros, el candombe de Tierra que propone La Negra. Allá eligen viajar estas señoras en sus momentos de “recreación”, y allá viajamos nosotros con los tambores cuando nos “baja el santo”.
El viernes viajamos todos juntos al mismo lugar.
Agradecimos por sentir tanto y por estar abiertos a compartir. Por la música y la danza, que no entienden de encierros.
Compartimos una fiesta del alma inolvidable, entre el pasto y el sol, el trencito cumbianchero y el pogo de Dos Minutos. Imposible no darse cuenta de que la vida de estas mujeres estaba siendo distinta.
Y nos olvidamos bastante, la verdad.
Nos olvidamos del encierro de los canarios.

Y nos acordamos de la magia de la risa.
Ariana

Alejandro dijo...

Quiero expresar las sensaciones que desde el viernes me rodean. Creo que lo que se vivió en el Penal fue una experiencia increíble.
A medida que pasa el tiempo, y la gran fiesta queda más lejos, voy tomando dimensión de lo que tuve la suerte de vivir.
Sin dudas, como imagino las internas tampoco, jamás olvidaré ese día, y ojalá se repita y se multiplique esta y otras iniciativas con el mismo espíritu.
Gracias a los que organizaron, a los que colaboramos y, sobre todo, a las chicas por compartirlo con tanta alegría.
Un abrazo grande para todos.
Ale.

21 de marzo de 2011 06:46

Suprimir
Anónimo Noe dijo...

Asi es, las palabras quedan cortas...pero lo que se alarga, lo que crece y se expande, con estas experiencias, es nuestra alma y con ella la capacidad de estar cerca, de amarnos de alegrarnos, de estar vivos...más allá de las paredes, del encierro.
Gracias Ceci por sostener este enorme trabajo y abrirlo.

lorena dijo...


Hola como estan, quería contarles que las imágenes no se me borran de la cabeza, son como destellos y sensaciones que vuelven a mi cabeza por estos días.
Conversando con uno de los abuelos del Ecunhi me dijo "esto no te lo olvidas en tu vida" .. y creo que es así.
Las sonrisas de las chicas, esa libertad que se respiraba. Considero que fue un gran acto de amor. Agradezco infinitamente a Cecilia Benavidez y a Diego Cueto por tener el temple que hay que tener para realizar esto.
Cariños. Lorena

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